Cotilleos, rumores, chismes. La prima del novio de la hija de la hermana de la vecina del quinto. Esa. Es inevitable. Soy el arma principal de los cotillas, una vía de entretenimiento para los más curiosos. Si hubiera existido, ni la abuela de Caperucita ni tampoco los siete cabritillos hubiesen abierto la puerta.

No voy a invitarte a mirar porque sé que ya te han entrado ganas. Adelante, esta vez sí que hay excusa. Recuerda: la curiosidad no fue la que mató al gato sino la que lo mantuvo vivo.

Atte. La mirilla.